Belchite es un viaje en el tiempo, es retroceder a 1937, es retroceder a la Guerra Civil Española. Una de la peores macacres de la guerra que dejó cinco mil muertos en 14 días. Está en la provincia de Zaragoza, en medio del silencio, zona de vientos que se susurran la historia que hay entres sus piedras.
Cuando comienzas la visita por estas ruinas llenas de historia, la guia consigue atraparte en la historia y de alguna forma comienzas a imaginar la vida por aquellas calles, las casas con sus familias... y pronto también te imaginas o lo intentas, lo que pudo ser aquella barbarie.
Tanta historia en cada piedra destruida, en cada edificio... de alguna forma es un lugar que te hace pensar, que te paraliza... que te hace enfrentarte a la crueldad a la que puede llegar el hombre. Tras leer este maravilloso poema, tu sensibilidad comienza a cambiar y ves las ruinas de otra forma.
Comienzan a mezclarse las historias que te explica la guia, las imágenes que ves, las fotos antiguas allí expuestas...
Un pueblo como tantos otros, lleno de vida, con gente por sus calles, niños corriendo por las calles...
Miles de historias que de pronto se ven destrozadas.
En este cruce de calles vemos a lo lejos la Iglesia y Convento de San Agustín.
Aún podemos imaginar cómo era el pueblo
Recorriendo las calles, el silencio de sus piedras, el recuerdo de la vida que hubo tras las pocas paredes que quedan en pie, te inavade.
Llegamos a la torre del reloj frente a la que vemos una cruz cuyo significado en medio de las ruinas tiene una fuerza especial.
Trincheras recreando lo que un día pudo ser
A lo lejos podemos observar la Iglesia de San Martín junto a la que se encuentra el convento de San Rafael, que perteneció a la orden religiosa de las Dominicas de San Rafael.
La iglesia de San Martín mezcla estilos, desde el mudéjar del siglo XIV hasta el estilo barroco en el siglo XVII en la realización de sus capillas laterales y la fachada monumental del XIX.
Al llegar a su puerta podemos leer un cartel con un poema que no deja indiferente a ningún visitante que se acerca.
Al entrar, el silencio de los visitantes y la admiración por el templo es evidente. Tan sólo podemos estar unos escasos minutos, pero recorrer sus rincones merece la pena.
La fachada del convento visto desde el interior de la Iglesia de San Martí.
Dejamos atrás la que se conoce como "Torre del Reloj" que es lo que queda de la antigua iglesia de San Juan, situada en el centro del pueblo, junto a la plaza vieja, de estilo mudéjar.
Bonita entrada, además con buenos y formativos comentarios !!
ResponderEliminarMuchas gracia por estar siempre ahí, animando y valorando mi trabajo
EliminarBonita entrada, además con buenos y formativos comentarios !!
ResponderEliminarLa oportunidad de acercarnos un poquito a Belchite, situar lo que pasó, su recuerdo... no la podía dejar escapar
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