miércoles, 29 de enero de 2014

San Román de Basa

Hemos disfrutado de un fin de semana con una agradable temperatura en el Pirineo, aunque no del todo despejado (lástima que el sábado las pistas estuvieron cerradas por el viento y la lluvia).

El sábado el tiempo nos regaló este maravilloso arco iris que se veía doble (por su propio reflejo). Pudimos buscar un sitio para parar con el coche y salir rápidamente a hacer una fotografía. Realmente el momento lo merecía.

En Biescas (Huesca)

Aprovechando el rayo de luz que sale por un momento
El atardecer en Las Margas (Huesca) también fue una bonita imagen.



 Jugando con el blanco y negro...

El domingo amaneció un precioso día y aunque estas fotos están hechas con el móvil y quizá no sean de gran calidad, creo que nos sitúan del paisaje tan bonito del que hemos podido disfrutar.
Bonitas vistas antes de desayunar


Aprovechamos el día para hacer una bonita excursión entre los pueblos de Osán, San Román de Basa e Isún de Basa (Huesca). Una ruta sencilla y bonita de hacer.

Vistas de Osán según nos íbamos alejando
Al llegar a San Román de Basa nos encontramos con un pequeño pueblo en fase de restauración.


Entrada a la Iglesia

Iglesia en fase de reconstrucción

Detalle de la puerta de la Iglesia



Seguimos nuestro camino hacia Isún de Basa.


Aunque nos hubiese gustado encontrar nieve por el camino, el paisaje está lleno de contraste entre colores... bonitas flores... hojas secas...

Flor del camino. Fotografía hecha con el móvil

Detalle captado con la cámara del móvil
Isún de Basa es otro pequeño pueblo aunque más poblado que el anterior.


Calle del pueblo



Parte posterior de la Iglesia


Detalle de las campanas de la Iglesia

Fachada principal de la Iglesia


Y seguimos nuestro paseo de vuelta a Osán, el pueblo desde el que hemos partido a dar este bonito paseo. Esta parte del recorrido es muy agradable ya que discurre entre árboles y senderos llenos de hojas secas.













Detalle de árbol con musgo





Y hasta aquí nuestra excursión.


miércoles, 22 de enero de 2014

Canfranc Estación

El pasado mes de agosto visité Canfranc Estación (Huesca) ¡qué ganas tenía de ir!

Vista general de la Estación Internacional de Canfranc (Huesca)
Me hubiese gustado subir en el canfranero (tren que hace el recorrido, en mi caso, desde Sabiñanigo hasta Canfranc Estación) ya que el recorrido del tren es precioso, pero los horarios eran incompatibles con las visitas a la estación, así que tocó ir en coche.

Ha estado muchos años sin poderse visitar (me parece que entre 9 y 10) y de nuevo han abierto las puertas para que todos podamos disfrutar de esta maravilla y descubrir una parte de su historia, que es increíble.
Majestuosa imagen de la estación internacional de Canfranc que te hace rememorar años pasados
La edificación es impresionante, 241 metros de anden, 75 puertas a cada lado, 365 ventanas, tres alturas, letreros bilingües, escaleras y barandillas de mármol para acceder al vestíbulo... todos sus servicios duplicados (incluso los andenes): franceses y españoles. Pero a pesar del abandono y del expolio, sufrido aún tiene halos de grandeza y belleza.

Actualmente se quiere rehabilitar y dar diversos usos para fomentar el turismo aunque de momento va poco a poco.

Pues vamos a entrar!!!

 
Dentro de la estación, es obligatorio el uso de caso, ya que su estado de conservación no es el deseado debido, entre otras cosas, a los robos que ha sufrido, a actos vandálicos... y actualmente se está rehabilitando. 
Os recomiendo que reservéis la visita en la oficina de turismo, el precio es barato y las explicaciones os harán querer saber más sobre lo que se vivió allí años atrás.

Una vez pasado el túnel subterráneo que cruza bajo tierra los andenes, llegamos a la escalera que da acceso al interior de la estación.

El paso subterráneo cuyos materiales nada tenían que ver con el empleado en la estación. 

A pesar del deterioro y gracias a la explicaciones de la guía, así como vídeos y paneles informativos, consigues imaginar la grandiosidad y esplendor del que debió lucir en su momento.



El material empleado deja entrever el lujo de la estación: mármol, madera... ventanales...







Aún se pueden observar los escudos de las dos naciones: España y Francia, cada uno en una pared de la estación.




Pero hagamos un breve recorrido histórico para situar esta estación tan importante.

La idea de un enlace ferroviario con Francia a través del Pirineo Central surgió por primera vez en 1853. Pero fue en 1864 cuando desde España se envía una delegación a París para tratar con el gobierno galo el tema de los pasos transpirenaicos. 

La construcción del ferrocarril de Canfranc no deja de ser una gesta que, con interrupciones y retrasos, se alargó durante 75 años. Dimes y diretes entre políticos de España y Francia impedían una y otra vez abordar el proyecto.

En el transcurso de la II Guerra Mundial, la estación ferroviaria internacional de Canfranc llegó a convertirse en un punto estratégico, una Casablanca pirenaica por la que pasaron espías de la Resistencia francesa, judíos que huían de las SS y toneladas de oro del expolio nazi.

El túnel de Canfranc se comenzó el 1 de enero de 1909 terminando el 21 de febrero de 1915. El edificio de la Estación, en cuya construcción se invirtieron tres años y medio, quedó terminado en enero de 1925.

"Cuando quede terminada la línea de ferrocarril de Canfranc, los viajeros de París a Madrid ganarán cuatro horas en el recorrido y harán una travesía montañosa, que será uno de los espectáculos más hermosos y deslumbrantes de nuestro viejo continente" Le Matin, 1928


La Estación de Canfranc es el fruto de la aplicación de los avances y conocimientos técnicos de su época, presentando interesantes innovaciones constructivas como es el empleo del hormigón armado en su estructura. Su construcción exigió grandes obras, modelar las laderas de la explanada de la estación para la protección de aludes, plantación de 2.5 millones de árboles (en su mayoría pinos silvestres) paras frenar la erosión y evitar riesgo de aludes y avalanchas de nieve ...





La grandiosidad de esta estación respondía al deseo del Gobierno Español de que la estación se convirtiera en un escaparate que mostrara a Europa la seriedad, solvencia y modernidad del país. En ella se albergaba, además de los servicios propios de una gran estación, servicios de aduana, telégrafo, correos, dependencias administrativas, una biblioteca, alojamiento para empleados, servicios médicos y el Hotel Internacional.

Cuentan las crónicas que un radiante 18 de julio de 1928, el rey Alfonso XIII y el Presidente de la República Francesa Gastón Doumergue inauguraban la línea en la Estación Internacional. Se ofreció un banquete en lo que posteriormente sería el servicio postal, para 300 invitados. Alfonso XIII declaró en el brindis "los Pirineos ya no existirán más" y comenzaron a hablar de tráficos de naranjas y enlaces directos Madrid-París.

Detalle de algunas de sus 365 ventanas que albergaban el Gran Hotel, Hospital...
"Los alemanes vivían en la estación y celebraban hasta conciertos de piano en el comedor. Eran muy educados. Bailaban valses con las chicas de Canfranc y les regalaban chocolate. Ellos eran ingenieros o químicos y nosotros, unos ignorantes que tenían mucha hambre después de las guerra", confiesa un vecino de Canfranc. Quizá se vivieron grandes historias de amor y desamor en medio de los difíciles momentos por los que pasaban. Una tierra llena de contrastes: convivian tropas francesas, judíos, españoles... una tierra de nazis, espias...


Pero al "Titanic de la montaña" tal y como se le publicitó en su tiempo, no le acompaño la suerte: la depresión económica mundial de 1929, el periodo entreguerras, la Guerra Civil, la II Guerra Mundial, la depresión de la postguerra... desprendimientos... falta de mantenimiento... hasta que finalmente, en 1970 un "oportuno accidente", provocó que se cerrase el tráfico internacional tras el derrumbe del puente de L'Estanguet fruto del descarrilamiento de un tren de mercancías francés. Algo que interesaba a Francia ya que no quería seguir con el mantenimiento de ésta. 


La Estación de Canfranc guarda en su pasado episodios de contraespionaje, la presencia de las SS y la Gestapo, la ruta del oro nazi, la puerta de fuga de muchos judíos y hasta de los alemanes perdedores... todos debían convivir en un pequeño pueblo de montaña donde a veces no se sabía si quien se tenía delante era ciertamente quién decía ser. De hecho tenemos grandes historias como las del francés Albert Le Lay que arriesgando su vida y la de su propia familia, dio ayuda para pasar de Francia a España, engañando así a los alemanes. Héroes que daban su vida.




Detalle de uno de los andenes

Detalle del tejado












Durante la Guerra Civil, la estación pasó a ser controlada por el Ejército franquista, siendo tapiado el túnel que la unía con Francia para evitar cualquier tipo de penetración desde el país vecino. Entre 1940 y 1944, la Segunda Guerra Mundial supuso su cierre al tráfico de viajeros y la llegada del ejército nazi a la parte francesa de la estación, controlando así Alemania la aduana internacional de Canfranc con un grupo de oficiales de las SS y miembros de la Gestapo (que residían en el hotel de la estación jy en otro del pueblo). 





Detalle de la fachada del túnel de Somport
Esto supuso algún roce con los militares españoles que seguían controlando la parte española del recinto. España no estaba en guerra, pero Franco tenía una postura de no beligerancia. Debía devolver la ayuda que Hitler le proporcionó en la Guerra Civil, lo que se tradujo en enviar a Alemania toneladas de Wolfranio de las minas gallegas, un mineral fundamental para blindar sus tanques y cañones, y a cambio, en España entraban toneladas de oro que venía de Suiza.


A medida que te acercas a la boca del túnel es increíble el frío que comienzas a sentir. Un congelador gigante!!!
Actualmente el túnel es utilizado como laboratorio del Grupo de Investigación de Física Nuclear y de Astropartículas de la Universidad de Zaragoza.
La oscuridad del túnel impresiona





Detalle de lo que en su día formaba parte de la vida ferroviaria de la estación



Detalles congelados en el tiempo
En documentación encontrada se constata que al menos 86,6 toneladas de oro pasaron por Canfranc durante la guerra. 

Su procedencia debía de ser doble: los bancos nacionales de países ocupados por los nazis, como Holanda y Bélgica, y, muy probablemente, los campos de concentración alemanes. Una vez robado el oro, lo “lavaban” en Suiza y a cambio recibían divisas. 



Sin embargo, en 1970 un oportuno accidente hizo que Francia se desentendiese del mantenimiento de la línea.

Lo que queda de aquello que en su día formaba parte del día a día de los trenes, de su mantenimiento...




Entre el recuerdo de lo que fue una gran estación y el abandono de sus vagones, raíles....







Vías que ya no llevan a ninguna parte... o quizá nos llevan hacia el pasado...


La nostalgia de viajeros que viajaron en sus vagones con historias diferentes, orígenes diversos... sueños por cumplir...



Camino a....

Camino de...

Tantas historias...


Cruce de caminos de quienes huían, quienes viajaban...

Como una postal del pasado...

... por la que hoy paseamos aprendiendo un poquito más de nuestra propia historia
Paseando por una estación del ayer
Mil historias, grandes momentos históricos... tensiones y convivencia difícil en un pequeño pueblo de montaña... y con una belleza increíble. Y ahora queda descubrir de nuevo la estación quizá con nieve... o con los mágicos colores del otoño...


Os recomiendo, si queréis saber un poquito más sobre lo que se vivió en este pequeño pueblo de montaña, que miréis los vídeos de estos enlaces. A mí me ha fascinado todo lo que se vivió allí. La dura convivencia de los habitantes de Canfranc con alemanes... judíos... quienes huían perseguidos por el horror nazi... aquellos que ayudaban a pesar del peligro al que se exponían... el hambre... e incluso historias de amor entre jóvenes... 

CANFRANC


EL REY DE CANFRANC (tráiler documental)

Ente las muchas intrahistorias de la Segunda Guerra Mundial, la del francés Albert Le Lay es una de las más peculiares y emocionantes. Un personaje que parecería casi de ficción. Fué jefe de aduana francés en la estación internacional de Canfranc durante la guerra y al mismo tiempo espía al servicio de la Resistencia. Ayudó a que la frontera fuera un coladero de información y de refugiados del nazismo contribuyendo a que cientos de judios... disidentes... lograran pasar la frontera española camino de la libertad. 




JUEGO DE ESPIAS


LABORATORIO SUBTERRÁNEO EN CANFRANC (TUNEL SOMPORT)

















¿Qué investigan en el laboratorio subterráneo de Canfranc?

Para los peques, Tadeo también hace mención a este laboratorio: “Descubre con Tadeo” :