viernes, 1 de agosto de 2014

Un paseo por Canfranc

Aprovechando mi visita a la estación con motivo de la recreación de su inaguración hace 86 años, volví a recorrer los alrededores de esta estación que tanto me atrae, a pesar de la lluvia que sorprendía de vez en cuando haciendo guardar y sacar de nuevo la cámara. Un día nublado pero que invita a pasear por el Pirineo.

Andenes de la fachada principal de la estación
Su majestuosidad a pesar del paso de los años impresiona nada más llegar. No parece que entre las montañas, por un camino que debió de estar lleno de dificultades años atrás, pueda esconderse tal joya arquitectónica.
Fachada posterior de la estación


Detalle de la nave central de la estación tanto vista desde la fachada principal como desde la posterior. Estas fachadas corresponden a lo que serían los andenes franceses y los andenes
españoles







Una estación atrapada en el tiempo con mil historias vividas. Unos andenes por los que han circulado tantas vidas... impregnadas de tiempos pasados a los que por un momento nos intentan llevar

Intentamos imaginar cómo pudo ser tal grandeza... su gran hotel principal de lujo, con música y baile para las clases nobles... comisaría de policía, cantina, enfermería, agentes de aduanas franceses y españoles...


Durante la II Guerra Mundial aquí estuvo un destacamiento permanente de nazis que incluía fuerzas de la Gestapo. Convivieron con ciudadanos españoles, con ciudadanos franceses... se cruzaban en la majestuosa estación carabineros españoles, guardias civiles, gendarmes, soldados alemanes y judíos en su huida así como miembros de la resistencia francesa.


Sus andenes llenos de viajeros que iban hacia Francia... hacia España... Por aquellos andenes transitaron toneladas de wolframio que España y Portugal vendían presumiblemente a Alemania para fortalecer el acero de los tanques nazis. Aquí también algunos vecinos de Canfranc, vivieron y tocaron varios de los miles de lingotes de oro llegados en tren desde Suiza y con los que al parecer los alemanes pagaban el wolframio.


El reloj del tiempo se ha parado en esta estación y nos deja su recuerdo


 Vagones abandonados... silencio... calma...melancolía...


El tiempo parece pararse en la estación de Canfranc para hacernos imaginar lo que una vez fue


Por si os interesa más información al respecto de la estación os dejo dos buenos enlaces